Me encanta explorar mis raíces y descubrir las tradiciones que han hecho de Yucatán un lugar tan único y especial. Recientemente me he dado cuenta de que algunos de los oficios más antiguos y valiosos están en peligro de desaparecer debido a la globalización y la tecnología moderna. Uno de ellos es el de reparador de zapatos, algo que siempre me ha parecido un oficio noble.
Me he ido al mercado Lucas de Galvés, uno de los lugares más emblemáticos de Mérida, para ver si puedo encontrar a algunos de estos artesanos. Entre los estrechos pasillos y puestos llenos de vida, encontré a un reparador de zapatos trabajando con sus manos. Me sentí fascinado al ver cómo restauraba los zapatos dañados, le dándoles una nueva vida.
Sin embargo, este oficio está en peligro debido a la competencia con las tiendas de calzado modernas y las fábricas de zapatos en serie. Estos establecimientos ofrecen productos a precios más bajos y con una calidad mayor, lo que dificulta mantener estos negocios.
También es cierto que la generación más joven prefiere buscar empleo en sectores como la tecnología o las finanzas, donde se considera que hay mayores oportunidades de crecimiento y estabilidad económica. Esto hace que sea difícil encontrar jóvenes dispuestos a aprender el oficio del reparador de zapatos.
La escasez de materiales y herramientas específicas para el trabajo también es un problema grave. Los cobbler deben recorrer largas distancias para encontrar los suministros necesarios o pagar precios elevados por productos importados.
I love exploring my roots and discovering the traditions that have made Yucatán such a unique and special place. Recently, I have realized that some of the oldest and most valuable trades are in danger of disappearing due to globalization and modern technology. One of them is the shoe repairer, which has always seemed like a noble trade to me.
I went to the Lucas de Galvés market, one of the most emblematic places in Mérida, to see if I could find some of these artisans. Among the narrow aisles and bustling stalls, I found a shoe repairer working with his hands. I was fascinated to see how he restored damaged shoes, giving them new life.
However, this trade is in danger due to competition from modern shoe stores and mass-produced shoe factories. These establishments offer products at lower prices and higher quality, making it difficult to sustain these businesses.
It is also true that the younger generation prefers to seek employment in sectors like technology or finance, where there are perceived greater opportunities for growth and economic stability. This makes it difficult to find young people willing to learn the trade of shoe repair.
The scarcity of specific materials and tools for the job is also a serious problem. Cobblers have to travel long distances to find the necessary supplies or pay high prices for imported products.
A pesar de todo, creo que hay esperanza de salvar el oficio del reparador de zapatos en Mérida. Una forma es apoyar a estos artesanos a través de la compra directa de sus servicios o productos. Al hacerlo, se les está brindando una oportunidad para seguir trabajando y transmitiendo su conocimiento a las generaciones futuras.
Los zapatos son un componente esencial de nuestro estilo de vida y, sin embargo, la mayor parte de ellos se desechan en un plazo corto debido a la falta de mantenimiento adecuado.
Estos artesanos no solo reparan los zapatos dañados, sino que también les dan una nueva vida. Al hacerlo, contribuyen a reducir el desperdicio y minimizar el impacto ambiental que genera la industria del calzado.
Esta foto la tome con una Canon 5D Mark ll con un lente Canon EF-L17 – 40 mm F.4
Despite everything, I believe there is hope to save the shoe repair trade in Mérida. One way is to support these artisans by directly purchasing their services or products. By doing so, we are giving them an opportunity to continue working and passing on their knowledge to future generations.
Shoes are an essential component of our lifestyle, yet most of them are discarded in a short period due to a lack of proper maintenance.
These artisans not only repair damaged shoes but also give them new life. In doing so, they help reduce waste and minimize the environmental impact generated by the shoe industry.
I took this photo with a Canon 5D Mark II with a Canon EF-L17 – 40 mm F.4 lens.